28 de enero de 2010

FRANCESCO CLEMENTE (1952) / RECUPERACIÓN

  • Ya tuve en una ocasión anterior de referirme en una entrada a la Transvanguardia italiana con objeto de recuperar el sentido de una significación figurativa como una raíz originaria y patrimonial del arte.
    • Diebenkorn decía que siempre echará de menos en la pintura abstracta el no poder enfrentarse a la psicología que se concentra en una persona frente a la ausencia de cualquier figura que ella representa, porque no se puede conseguir ese tipo de diálogo entre varios elementos que pueden llegar a ser tremendamente diferentes, que pueden estar en oposición o en agudo conflicto.

      • Y Tom Eakins añadía que el gran artista no se pone a copiar como un mono.....tiene siempre dispuesta la mirada para observar la naturaleza y robarle sus herramientas. Estudia lo que ella hace con la luz, la más importante de todas, después con el color, luego la forma. Y se apropia de lo aprendido para su propio beneficio.


        • El italiano CLEMENTE es fiel a esa exploración figurativa que mediante una polivalente cobertura cromática da vida a una humanidad perpleja, angustiada, desdoblada, que parece cortar con su pasado si aspira a tener un futuro. Él no desea ir más allá de esta deriva que se convertiría en sacrilegio si no ha de impedir que un unicornio se convirtiese en la lanza que atravesase el espejo que ya estaba roto y descubriese que detrás de él estaban ellos agazapados conspirando contra el propio autor por haberlos desenmascarado.

      • El Caribe es esclavo
      • El Caribe está amarrado
      • EL Caribe es una mano
      • sin fuerza
      • una boca sin voz.

      • (Denis Henriquez)






1 comentario:

  1. Yo ya he dicho en alguna ocasión que no tengo ni idea de pintar. No he estudiado nada del tema, por lo que es muy normal que cuando hago algún comentario pueda decir barbaridades de la obra. Pero me gusta decir lo que veo aunque no esté en la verdad de lo que el artista quiso transmitir, o lo que al pintar se la pasaba por la cabeza. En el momento de dar los trazos, colores y formas a las obras.
    Pero como no se me ha prohibido expresarme lo haré.
    La imagen de la “señora” con los labios pintados de un rojo amapola, por cierto son sus labios el tono más fuerte de todo el cuadro. Lo demás el autor lo ha pintado con una gama suave en pastel. A pesar de ser una dama sin pelo, en la cabeza, y sin pestañas, con aspecto enfermizo, le dan calidez a la cara transmitiendo inquietud y sueños en forma de nubes voladoras. Su ojo vidrioso está fijo y su mirada es expectante.

    La segunda obra parece un entierro. Todos están serios y uno de ellos esta tumbado. Y en sus cuencas profundas y vacías aparece un rostro. Es una pintura algo tétrica. Si no fuera por el color que le ha dado de rojo, amarillo,… se asemejaría a las obras de Goya en su temporada de poca cordura.

    La tercera obra son como tres mascaras, o el desdoblamiento de la personalidad. A lo largo de la vida la gran mayoría de los humanos nos ponemos una máscara para no ser reconocidos. Como si quisiéramos pasar página al libro de nuestra vida, o como si pretendiéramos escribir un libro en blanco para comenzar de nuevo.

    Y la última obra creo que el autor ha dividido la obra en dos. La franja divisoria que está más o menos a la mitad. Son como dos mundos iguales, uno encima de la franja rojo pálido, y otro debajo de esa franja que es con el que quiere cortar. Separar mediante tijeretazos sin ninguna contemplación, ya que hay dos tijeras y se ven fuertes. Es como querer cortar con la esclavitud para dar paso a una libertad ganada.

    Saludos

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