4 de diciembre de 2010

JESÚS DE PERCEVAL (1915-1985) / SOY INDALIANO

  • El inspirador del movimiento indaliano almeriense era por encima de todo una fusión de las corrientes imperantes con lo mediterráneo, su cultura, su historia, su arte milenario. Asimiló esos cánones y desde ellos salió a cultivar lienzos, a pigmentar telas tales que cuerpos de luz de vírgenes bañadas y emergidas.
    • Ahí, quizás, residieron sus exploradas limitaciones, buscadas y conseguidas, refrendadas por una conjugación cromática que festejaba los clamores del alba. Se nutría de genes predispuestos, fáciles de hallar pero difíciles de fecundar si no se disponía del instrumental pictórico preciso.

      • De vez en cuando agarraba otro enfoque para sembrar el motivo, sin esperar que creciese, no hacía falta, únicamente era asomarse y allí estaba, aguardando, paciente, el hecho, que podía ser una huida, un incendio picassiano o un carnaval.



        • Fue un artista incansable que parecía que siempre hacía lo mismo y después resultaba que nada era igual, que cada momento plástico era único, que respiraba abierto en sí mismo. Alguien podría decir que sólo nos dejó conocer el lado amable de una tierra olvidada. Mas podría ser que no, que debajo del candil también hubiese sombras.



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