12 de febrero de 2011

GIACOMO MANZÙ (1908-1991) / ¿QUÉ HAY DEBAJO?

  • El italiano MANZÙ poseía el sentido de la cualidad escultórica como una botella de culo ancho, en el que se encerraba una irónica entelequia abrigada para no enfriarse con la gelidez vaticana del submundo.
    • Estos iconos, que son como helados invertidos, devienen continentes de escaso contenido, aparentan ropajes talares cardenalicios cuando son frascos en los que conservar un ideario rancio, monolítico, con más base en los territorios terrestres del poder que en los confabulados como espirituales.

      • Como que en los cerebros de esas pequeñas cabezas hieráticas residen las matrices de los gruesos tentáculos corporales que necesitan mantos y capas donde ocultarse. De frente, tal como ha querido situarlos, ya no mienten, sólo se aferran, porque no pueden perder pie en lo suyo, de ahí esas amplias peanas.


        • Considerado como el escultor más reputado del siglo XX en Italia, su perspectiva visual es la síntesis misma de un pensamiento abierto, enfocado como el signo de una trascendencia no sellada ni sacralizada.




          • No te perdonó el mundo que fueses capaz de vivir sin, como todos, transportar sacos llenos de piedras. Hay gentes, Alberto, bien lo sabes, para los que sólo las montañas son construcciones (Tomeu Pons a Alberto Vigil-Escalera).




No hay comentarios:

Publicar un comentario