4 de abril de 2011

JÓSEF SZAJNA (1922-2008) HORNOS CREMATORIOS


  • A un polaco deportado en Auschwitz y Buchenwal ya le queda muy poco a pesar de haber sobrevivido, pero ese poco es lo fundamental, ya que lo que le queda a SZAJNA es la lucha de la memoria contra el olvido. El haber entrado por las puertas de esos campos significaría haber salido por las chimeneas de los crematorios.

    • La conciencia del mal y la indefensión de sus víctimas es un ritual que no puede exonerar a la plástica de esa angustia de la mirada. Hay que tenerla siempre presente para que el recuerdo de esa iniquidad nunca pierda presencia, sea un pasado integrado en el presente y configurando el futuro.

      • Un silencio sepulcral rodea esos espacios que son recuento y dianas, gritos y agonías, maneras terribles de extinción y barbarie. Con la piedad también ha desaparecido el sentido humanitario de la vida.

        • Estas obras deberían ser colocadas en el lugar de los otros altares y retablos o junto con ellos, pues son más auténticos y les sobran cálices en los que beber la sangre ya quemada y consagrada.


        • Día relente, mes, estrellas heladas,

        • Luz amplia, andenes, estaciones sin fin,

        • Los túneles duermen en la rutina

        • De velocidad pasada,

        • Dos renglones son la comunicación,

        • Palabra no entendida, dispersar.

        • (José Luis Álvarez Vélez).

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