1 de noviembre de 2011

OTTO PIENE (1928) / NUNCA SE APAGA

  • Si la pintura fuese un modo de existir (Pollock), el alemán PIENE, que perteneció al Grupo Zero,  nos condenaría de por vida, a través de su obra, a una luz del desierto.  Y si es un modo de concebir, es mediante el humo y del fuego como conoceríamos la índole de nuestra sustancia. 
  •  Realización plástica y concepción idealista implica una transfusión mutua, es la luz la que fija y determina, la que lleva a una liberación total para reinventar el arte (Fautrier). 
  •  Es una singladura, evidentemente, en que la disolución y depuración crean una dimensión visual a la que entregarnos, en la que envolvernos, con la que explayarnos. Su intensidad ampara la nuestra, recoge el halo y lo expansiona hasta constituirlo finalmente como la esfera, como el anillo, como el círculo luminoso donde mostrar la emoción de la visión.
  • Del carbón que tizna la tela de la pulcritud
  • Surgen formas, bato el color,
  • Negro humo, marfil y azul ultramar,
  • Con el rodillo voy a por el trazo,
  • Tu línea es transversal.
  • (José Luis Álvarez Vélez).

No hay comentarios:

Publicar un comentario