25 de junio de 2012

BALDO RAMOS (1971) / SIN TÓPICOS

  •  Se puede ser poeta y dejar que la libertad del trazo en la superficie sea la síntesis del poema. Se puede ser pintor y basarlo todo en la espontaneidad imprevisible, dolorosa o no, de la tachadura que se deja sentir.
  •  Caligrafías del que se desmembra en extremidades ciegas a causa de la noche negra o roja de sangre. Ante las líneas gruesas una mirada capta un grito, ante las blancas un mutismo. Y ante las gotas el frío, la desnudez del viento y la luna que ya está en el infierno, querido Lezama.
  •  En el expresionismo del gallego RAMOS está localizada la pasión de su poesía, a la que le ha dado la condición plástica sucinta, entintada, del gesto, con el quiere abarcar todo lo esencial aun si ello supusiese quedarse sin nada.  
  •  Es una pintura que, aunque lo pueda parecer, no está ensimismada, no se contempla a si misma en una reflexión impenitente, sino que hace latir y exteriorizar su naturaleza con la semblanza dotada del signo, dado que es la suya propia, la que la legitima como ente capaz de significar y dialogar. Por tanto, sin silencios, que ya hemos dejado atrás los tópicos.
  • Qué lenta viene la noche por detrás de las espadas.
(José Lezama Lima).

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