14 de junio de 2012

LAURIE LIPTON / ANTE TI ME CONFIESO

  •  Ante una obra de arte cabe la opción de acentuar uno entre el conjunto de factores que la conforman: el expresionista, el visionario, el transgresor, el normativo, etc. Pero en el caso de los dibujos de la norteamericana LIPTON, que durante años copió interminablemente a Memling, Van Eyck, Goya y Rembrandt, solamente cabe un yo sumido en el abismo tanático y tétrico.
  •  Transgrede lo que haya que transgredir, es un proceso que ha llegado a esa conclusión, a esa representación de una parcela oscura, aterrorizadora, que nos visita en medio del sueño, nos da un beso y nos musita un nos veremos más adelante.
  •  No hay una voluntad de enigma ni es arte abstracto, mas no importa, igualmente le es de aplicación las palabra de Donald Kuspit en relación a que el arte moderno quiere ser oscuro, no es meramente un texto difícil a la espera de ser entrevistado, sino que persigue la ininterpretabilidad en y por sí misma. Pues, como señala Natividad Corral, si se mira sabiendo, ya no se ve nada. 
  •  Si algo queda claro, no obstante, es que la creación es un lugar de experiencia para quien la hace y la sabe mirar. Y es, más allá, una presencia real. Quizás algunos sostengan que en este caso es demasiado real, que hay una deriva morbosa y ostentosa, incluso irónica, rayando en la parodia. Pues puede que haya algo de verdad, lo que no es óbice para apreciar una configuración portentosa y única, y que aún hoy, curados de espantos, nos impacta por su penetración y virtuosismo.   
  • Vi lo que no vi
  • pero ¿el ojo?
  • Precisó.
(José Lezama Lima)

1 comentario:

  1. Uffffffff, la muerte siempre está presente.
    El señor que hace las redes para lanzarlas al mundo y a ver a quien puede pescar para desterrarlo del mundo de los vivos.

    La niña que se conforma y aunque no la gusta mucho por la cara que pone, se abraza a la muerte. Se comporta como una persona adulta, y su cara es de conformismo, como que no tiene otra opción porque la muerte la ha abrazado.

    La mujer que le dio la locura y se come a un ser indefenso. Locura, canibalismo, desprecio a la nueva vida.

    Retrato familiar antiguo. Sonríen mientras esperan la muerte. Ya hicieron sus vidas y dejaron en el mundo de los vivos la semilla plantada. Inmortalizaron su sonrisa a pesar de que la muerte les acechaba.

    La Reina del mundo con una gran sonrisa de la muerte. Tiene al mundo en su manos, por ello sonríe, porque sabe que todos y cada uno de los mortales, pasaran por su manos.

    Son impactantes las obras de arte, pero su autor se toma la muerte en vida con mucho humor.
    Saludos

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PAUL CADDEN (1964) / NO SIN EPITAFIOS