14 de marzo de 2013

WALTON FORD (1960) / ME REGOCIJO CON ELLOS

  • Es una lección plástica de historia natural, de convivencia, de pasión por la naturaleza, de acercarnos a un prodigio que todavía sobrevive, que no está enjaulado sino libre, pero que parece quedarse sólo en imagen si los vaticinios que concebimos siguen siendo funestos.   




  •  Ni siquiera hay violencia, lo que se ve es una vida animal que sale al aire, que invade el día, que llena el universo y proclama su derecho a la existencia, tan plena como la que disfruta el espectador, con instantes terribles y álgidos, pero con la mágica luz que puebla la tierra.  


  •  El norteamericano FORD se ha metido en una aventura lejos de lo conceptual, de lo minimalista y demás tendencias afines, y se ha embarcado en una concepción de la pintura como representación e imaginario, como acontecimiento, pensamiento, goce y reflexión. ¿Quién va a impedírselo?    


  • Sé que somos la suma
  •  de instante sucesivos.
  • Ceñimos rosas fúnebres

(José Hierro).

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