26 de agosto de 2013

ZENÉN VIZCAÍNO (1962) / ME DUELE VERLOS ASÍ


  •  La pintura del cubano VIZCAÍNO es cruel pero también un simulacro del que parte de una visión descorazonadora y sarcástica. El factor mecánico enmarca la superficie, le da base y contenido y es una trampa que se tiende a la mirada a fin de implicarla en un sacrificio de mentiras y desconfiada realidad.   


  •  Para lo cual sólo se necesita el mecanismo adecuado y el eje que haga la función de   vertebrarlo como una apariencia, una tortura, una inquisición, hasta sus últimas o penúltimas consecuencias, como sería el hecho de que el cerdo devore al torero y sea premiado en El Malecón.   


  •  El mismo artista se hace la pregunta, la establece, la pinta, la configura, pero hasta ahí llega porque ¿de qué serviría la respuesta? De nada. Y, por el contrario, la pesquisa está bien planteada, ilumina, da claridad al hecho de que el concepto de arte es el juez y también el instrumento con el que absolverlo o condenarlo.   

Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que no se puede aprender.
(Antonio Machado).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PAUL CADDEN (1964) / NO SIN EPITAFIOS