26 de febrero de 2014

ALBERTO REGUERA / EL COLOR ES EL SUEÑO QUE IDENTIFICA EL ALIENTO


  •  Me escribe ALBERTO REGUERA, mi amigo segoviano, para comunicarme que inaugura en la Galerie Olivier Nouvellet de París el 10 de marzo, en la que estará hasta el 23 del mismo mes. Ya he comentado su obra desde todos los ángulos en este mismo blog (modesto e insuficiente blog), o creo haberlo hecho, pero la poesía que se contiene en la misma es interminable, inagotable e indestructible.    


  •  Tiene un atributo que ahora echo mucho en falta en la actualidad, cual es la pasión por encender y dar calor a un frío de archivo al que le falta esta luz, este ansia de dejarnos ciegos de claridad, de convertirnos en su rostro inmortal, que nunca se extinguirá si no es acabando con la textura de su espíritu y pensamiento (en el que confluye un hacer lento y minucioso, una intuición voraz y silenciosa).   


  •  Ya no es el cuadrado, ese espacio de muerte, de lecho, sino una prolongación que se funda sobre la extensión hacia más allá del que siempre nos cuentan una historia pero nunca nos describen. Ahora, ante estas piezas, parece que lo podemos ver y situarnos, imbuirse de sus sensaciones, empaparse con sus moléculas, gravitar sobre sus constelaciones. No duden sobre lo que sienten y comprueban ante estos complejos puros y ámbitos que no están desnudos. No vacilen ni sospechen, ni recelen, ni teman, ni fluctúen, ni se dejen llevar por la melancolía. Es una forma de ver un reverso que no acaba en tragedia sino en el drama de no poseerlo.  

que entren amor y odio y voz y gritos
que venga la tristeza con sus brazos abiertos
y la ilusión con sus zapatos nuevos
que venga el frío germinal y honesto
y el verano de angustias calcinadas
que vengan los rencores con su niebla
y los adioses con su pan de lágrimas
que venga el muerto y sobre todo el vivo
y el viejo olor de la melancolía

que baje el puente y que se quede abajo
(Mario Benedetti)

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