24 de abril de 2014

ALEXIS PANTOJA (1969) / CONCEBIR LA PINTURA COMO UNA EXPERIENCIA DE CELEBRACIÓN


  •  Si de algo estoy seguro es que la pintura cubana nunca se pone límites, al contrario esa isla y su inclinación por la magia plástica es una misma cosa. La formación y recorrido de sus artistas continúa despertando innumerables desafíos y nuevas preguntas, especialmente en lo referido a técnicas, gestos, maneras, estilos, contextos, semánticas, emociones y temáticas. 


  •  PANTOJA es uno de ellos, que encuentra en ese fervor una fusión de espíritus y experiencias, de perspectivas y celebraciones. Su creatividad pasa por por una imaginación que tanto se desborda como no esconde unas bases muy sólidas de cubanía, de origen, de sendero que se ha hecho desde lo vital hasta llegar a lo formal.  


  •  Para su temática no hay retos estilísticos, ella es la que los marca, los define, en esa ambición humanística de un autoconocimiento en que sus respuestas sobre una existencia que se narra es una fantasía de pensamiento y muerte, de un pensamiento que flota en un trozo tan pequeño que no se cabe en él. Hay en su obra una celebración que el color erige a pesar de su sombra, de su concentración figurativa en una espera que abarca unos espacios que no hablan jamás de un fin. Quizás su canto sea un reverso de esa condena.      

propios y ajenos viene en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda
(Mario Benedetti)

No hay comentarios:

Publicar un comentario