26 de abril de 2014

EMILIO GONZÁLEZ SAÍNZ (1961) / NUDOS DE AURORA


  •  ¿Estamos ante paisajes idílicos o desolados? ¿Qué hallamos en ellos, sombras o luces? ¿O el mero ejercicio de un encuentro con la palpitación pictórica que uno mismo, como creador, tiene ante lo que son superficies que no deben ignorarse? ¿Es un romanticismo de pura narración visual que nos señala orígenes y soledades?  


  •  Elena Cardoso afirma que el arte abre espacios de sentido, de cuestionamientos y reintroduce un tipo de conocimiento popular a partir de la experiencia del contacto con la transformación de la materia misma.


  •  En la obra de SAÍNZ los espacios están abiertos, los cielos no se apagan y las sensaciones se despiertan para acostarse junto con la medida de la memoria y el tiempo. Estos paisajes sí que deben ser presencias, auténticas presencias para la cohabitación y el desengaño.  

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
    que todo el mundo sepa
    que el sur también existe
(Mario Benedetti)

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