6 de abril de 2014

PABLO MILICUA (1960) / ESPEJISMOS


  •  Técnica e imaginación se conjugan mutuamente, se confiesan sus propios males y sinsabores, sus preocupaciones y sus angustias, el fondo de sus recuerdos y añoranzas, la magnitud de sus predicciones y vaticinios. Al final ni ellas mismas saben si han llegado a un acuerdo, pero se alcanza un resultado que lleva a la mirada y a la mente a resolver parecidas ecuaciones.  


  •  A través de estas premisas el vasco MILICUA acierta a configurar un universo heterogéneo, clamoroso, entre el cuento, la leyenda, el paisaje, la gruta insondable, el tiempo de la memoria y los espacios reencontrados. 


  •  Hay en su pintura una suerte de magia que cubre todas las áreas, que las llena de su ánima impalpable y sensible, que hace que lo visivo sea más todavía, un paso más de su conformación y mera formulación. Es una creatividad que se funda en lo más señalado de una visión que no tiene problemas para reproducirse y decantarse.    

y así de noche en noche
así de nacimiento en nacimiento
de espanto en espantajo
van o vamos o voy con las uñas partidas
de arañar y arañar la infinita corteza
(Mario Benedetti)

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