15 de julio de 2014

WILHELM SASNAL (1972) / NO CONSIGO QUITARME ESTA MELANCOLÍA DE ENCIMA


  •  En esta pintura podríamos hablar de la luz como un principio continuo y eterno. O de ese azul que es el color de la profundidad y de la distancia. O de esos negros que de tan densos parecen depositados.


  •  Heidegger afirmaba que en la obra de arte se realiza el desvelamiento del ser. Podríamos también aducir que en la obra del polaco SASNAL más que nunca. Otro autor mantiene que toda obra de arte verdadera es rica en significaciones hasta el infinito.


  •  Pero el receptor sólo está listo para recibir una parte de los mensajes: aquellos a los cuales lo han preparado su propia sensibilidad y el mundo que le rodea. Los límites de la universalidad no son los de la obra, sino los de aquel que se acerca a ella.  


  •  Diría que estamos ante una plástica íntima, serena, solitaria, melancólica, que reposa en el pensamiento visual de lo que somos y en lo que estamos. Nos encontramos en el centro mas en realidad nos encontramos solos, pequeños, sin poder agarrarnos a lo que nos circunda, a un espacio que nos hace medir el destino de cada paso.  

En todo está ya el crimen, áspero de amenazas.
Desconfiad de los mudos. Desconfiad de los solos.
Recelad de las manos que buscan vuestras manos.
Recelad de los ojos que os miran en los ojos.
(Arturo Capdevila)

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