21 de noviembre de 2014

CARLOS BLANCO ARTERO (1983) / ES UNA SENDA QUE ME CONVOCA


  •  Siempre es motivo de gran satisfacción que un joven creador español consiga una proyección internacional como es el caso de BLANCO, el cual va a inaugurar en la Ouchi Gallery de Nueva York dentro de unos días.  Tal constatación es una manera de situar al artista dentro de esa formulación de la que hablaba Pareyson cuando señalaba que el arte no es más que representación y formación de una materia, pero la materia se forma de acuerdo con un irrepetible modo de formar, que es la espiritualidad misma del autor hecha estilo.      


  •  Con su obra se verifica ese método estructural que descubre en el conjunto de la misma la fantasía común que constituye su clave. Y lo cierto y verdad es que desde que la conozco he podido observar que los signos que son su identificación se mantienen en un discurso coherente y brillante. Es un cultivador constante de la forma como seña de un simbolismo abierto que comunica desde lo definido hasta lo indefinido, lo ambiguo y lo polivalente.     


  •  Y además ha empezado a enriquecer su lenguaje fundiendo la forma con una fecundidad cromática que se sube y baja de sus tinieblas, que envuelve lo que quiere que sean unas morfologías en perenne mutación, que deliren con la parsimonia que cubren la mirada y se explayen con sus curvaturas, sus miembros amputados, sus orígenes inciertos, sus alabeos constitutivos de una naturaleza muy específica y condensada.   

El arte está siempre pensándose a sí mismo en
Las Meninas.
(José Luis Rey)

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