21 de diciembre de 2014

MALGOSIA JANKOWSKA (1978) / RAPTOS DE LUZ


  •  La mirada siempre escudriña la verdad aunque la lleve a un artificio, a una evocación o se deslice bajo un eco cualquiera. Lo cierto es que la visión se queda prendida en la necesidad que tiene de que a su alrededor esté lo concebido. 


  • Lo que Robert Hughes viene a entender como un acto de pintar, fruto de la negociación de un acuerdo entre lo que vemos y aquello que sabemos, entre la memoria y el impulso, entre el gesto del pincel y el otro millón de gestos que constituyen la historia de la pintura.  


  •  Y así es como la polaca JANKOWSKA, en su obra, hace toda una declaración de principios de un mundo entre la fantasía y su propia realidad, entre una luz eterna y una leyenda del bosque, entre la tristeza y la soledad. En tal sentido es una lección plástica que tiene lo justo de exorcismo, de conjuro para un tiempo ilimitado.  

Y hemos vivido como hombres solos,
compartiendo los gestos, las costumbres,
siendo correctos y admirando aquello 
que nos fue dado admirar por otros:
poemas doctos, rebelión pictórica,
paraísos que el hombre impone al hombre.
(José Luis Rey)

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