28 de abril de 2015

JUAN CARLOS SABATER (1953) / NO QUIERO TRASPASAR EL SILENCIO DE ESTOS MUROS


  •  No sé si aceptar esa supuesta norma de la percepción según la cual la forma de un solo aspecto de lo que se percibe se toma espontáneamente por encarnación de la estructura del objeto entero. Quizás sea así en algunos casos, en otros no desde luego.  


  •  Pero lo que sí encuentro en la obra del vasco SABATER es que nos hace pensar en un lugar visual total más allá de las formas visibles que ciñen su ámbito espacial, en imaginar la mirada más allá de la retina. Son paisajes de silencios oscuros, metáforas que no encuentran más significación que lo remoto, la muerte, el sueño convertido en pesadilla. 


  •  Con un estilo que es su propio medio de prestar realidad a la imagen, ésta desdeña una iluminación que no sea la de un clasicismo del que toma únicamente sus entrañas, las hace simbólicas e inconscientemente narcisistas, con lo que claman mejor por el tiempo que no pasa y al mismo tiempo dura y dura.  

 Tú, cuya vida es una absoluta mentira, ¿cómo
podrías decir la verdad acerca de algo?
(Oscar Wilde)

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