7 de abril de 2017

JOHN WALSH (1954) / NO PODRÍA MORIR SIN ENSEÑARLOS

  • Soy de lo más transparente cuando llego a compartir la afirmación, casi el axioma, de que una representación integral de la realidad incluye tanto lo fantástico y lo imaginario como lo real y racional. Porque dentro de lo figurativo más sistemático todo aún es posible.  
  •   El neozelandés WALSH es un creador que dotado de un gran código de señales -como me ha explicado mi gran amigo y filósofo Álvaro Sánchez- ha hallado lo primigenio en el origen mítico, ha dejado que se expresase, y después lo ha traído hasta nosotros con el fin de deslumbrarnos con su conocimiento a través de un portento pictórico que armoniza la forma, el color y un universo que nos inunda la visión.   
  •  Alguna vez me pregunto que haríamos sin ese delirio visivo, sin ese prontuario entre lo real y lo irreal, sin esa dimensión que reclama una plenitud que nos arrastra hacia un interior pensativo que constantemente nos define según una limitación del ser y su desengaño. 
 Se muere juzgado, sentenciado a aislamiento por el "otro".
 (María Zambrano)

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