2 de noviembre de 2017

DAINIUS TRUMPIS (1971) / LOS PINTO Y ME ESCUPEN


  •  Cuando entreveía sus rostros en la penumbra del sueño seguramente fue el momento en que el artista se dio cuenta de que procedían del infierno. De todas formas tuvo que alumbrar sus cabezas para que la nitidez de su sufrimiento quedase totalmente manifiesto.  


  •  No es una cuestión de iluminar la épica del silencio mudo, forzado por la sinrazón de una vida bajo tierra, sino de marcar cromáticamente una brutalidad que hiciese imposible  dejar transparentar los rasgos, las facciones, entre cosas porque apenas eran distinguibles.


  •  Estas obras, fruto del quehacer del lituano TRUMPIS, están cargadas de significados de tiempos y espacios que de concretos pasan a universales, y confirman la belleza terrorífica de un telón de acero que está tardando en desaparecer.  

Para rebajarnos ante nuestros propios ojos, basta que nos preparemos para no tener ambiciones ni pasiones, ni deseos ni esperanzas, ni impulsos ni desasosiego.
(Fernando Pessoa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PAUL CADDEN (1964) / NO SIN EPITAFIOS