27 de febrero de 2018

FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE / DIBUMAD 2018


  •  Un autor señaló que una obra de arte tiene una dimensión histórica, es una creación personal dotada de una significación temporal, manifiesta un estilo y constituye el resultado de un quehacer artístico.


  •  En el quehacer artístico del hispano cubano ALARCÓN esos rasgos mencionados actúan en su producción como núcleos de identidad plástica, cuyas propiedades perceptivas se organizan construyendo una forma diferente en cada caso.


  •  Y así, a partir de ese dibujo fraguado con la poderosa intuición de lo que la culminación le está demandando, estructura un continente geométrico dentro y fuera, sin dejar que la figuración se aleje de la idea inicial, aunque siempre un trazo da pie a otro o a otras relaciones espaciales e internas. 


  •  Son esos micromundos, que él estima como los más aptos e idóneos para la creación de sus fantasías, los que le permiten alcanzar su mayor grado de expresividad y la liberación de un pensamiento en permanente ebullición. Con lo que hacen posible un ajuste visual a la hora de enfocar la mirada, a la hora de aprehender una palpitante cosmovisión contemporánea que bucea en la historia y en la realidad total.    

Nos servimos de la mentira y la ficción para entendernos los unos con los otros, lo que con la verdad, propia e intransferible, no se podría conseguir nunca.
(Fernando Pessoa)  

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